La Asociación Rosarina de Educación Sexual y Sexología promueve que el derecho a la satisfacción sexual abarque a todas las personas con vulva.

Hoy se celebra el Día Mundial del Orgasmo Femenino, pero desde las asociaciones o entidades especializadas en sexología de Argentina proponen una variación en el enunciado para que la consigna incorpore cuestiones de géneros que hoy en día están vigentes o al menos se tratan y se discuten. En síntesis, que la cuestión de la satisfacción sexual sea también un tema que abarque a todas las personas con vulva.

La médica y sexóloga Raquel Tizziani, presidenta de la Asociación Rosarina de Educación Sexual y Sexología (Aress), dijo a La Capital que la consigna que se promueve desde la entidad busca “reinvindicar el derecho al placer sexual de las personas que tienen vulva, porque la feminidad o lo femenino no necesariamente tiene que ver con tener vulva”.

En pleno siglo XXI, el tema de la satisfacción sexual sigue teniendo el halo de tabú en muchos sectores de la sociedad y en lo que coinciden los especialista es que el placer sexual, que no está relacionado con la genitalidad, está estrechamente vinculado a la calidad de vida.

“El orgasmo es una de las posibilidades de obtener placer”, dice Tizziani, y agrega: “Las formas de satisfacernos sexulamente pueden ser compartidas con otras personas o realizarse en soledad. Y el órgano anatómico cuya una única función conocida hasta el momento para lograr el placer sexual a las personas que tenemos vulva es el clítoris”.

El origen del Día Mundial del Orgasmo Femenino no es muy claro, pero la idea habría surgido del concejal brasileño José Arimateias Dantas. El legislador había realizado un sondeo en el que detectó que una gran parte de mujeres nunca había llegado a tener orgasmos. Entonces propuso que en su ciudad, Esperantina, se declare el 8 de agosto como Día del Orgasmo Femenino como una forma de promover el derecho de las mujeres a la satisfacción sexual, un tema no sólo tabú sino distorsionado.

Tizziani cree que acorde a los tiempos que se viven, donde las cuestiones de género ya están instaladas en la sociedad, es momento de ampliar la consigna original. Igualmente viene bien una definición sin tapujos de lo que es orgamos. “Es un reflejo que se produce a través de la estimulación adecuada del clítoris. El clítoris es un órgano que se ubica a nivel de la vulva. El contacto adecuado del mismo produce conexiones neuronales hacia el sistema nervioso central autónomo. A partir de allí, en un momento de máxima tensión sexual se produce una descarga que tiene que ver con la contracción refleja de los músculos del piso de la pelvis que se vivencia como sensación de satisfacción a nivel del sistema nervioso central”, clarifica Tizziani.

La especialista aclara que “la satisfacción sexual tiene que ver con una vivencia positiva de la experiencia, no necesariamente con una estimulación directa de la genitalidad. Desde Aress promovemos la visibilización de la existencia del clítoris, de la posibilidad de las personas de explorar su propia genitalidad, su propio clítoris y vulva y lograr experiencias satisfactorias que forman parte de la salud sexual”.

Al respecto Tizziani remarca: “El Día del Orgasmo Femenino implica asumir que todas las personas que se identifican como mujeres tienen vulva. Y eso no es así. No todas las personas con vulva se identifican como mujeres en su identidad de género. Y no todas las personas que se asumen como mujeres tienen vulva. Una cuestión es la genitalidad, es decir que hablamos de personas con vulva (varones trans, personas con identidad no binaria o personas con género fluido o queers), que no se identifican como mujeres, pero en su genitalidad pueden tener vulva y el funcionamiento de sus cuerpos es exactamente igual al de cualquier persona que tiene vulva o se identifica como mujer»

«Por un lado existe la genitalidad, o sea la posibilidad de tener vulva o pene o una genitalidad indefinida. Y por el otro lado está la constitución identitaria. Cuando hablamos de femenino lo hacemos de construcción de identidad, no necesariamente de genitales. Entonces hablamos de derecho al orgasmo y al placer de personas con vulva, porque no todas las personas que tienen vulvas se identifican como mujeres. La feminidad o lo femenino no necesariamente tiene que ver con tener vulva. Podés ser una mujer trans y no tenés vulva”.